Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial del Reciclaje, con el objetivo de concienciar a la sociedad acerca de la importancia que tiene tratar los desechos como corresponde según sus características y cualidades, para no contribuir al cambio climático, y así favorecer la proteger el medio ambiente. El reciclaje, una práctica tanto simple como compleja, permite reincorporar materiales al ciclo de producción y consumo, reduciendo así nuestra huella ambiental.
Importantes socios se han visto obligados a cumplir con su responsabilidad extendida de productor, incorporándose en su gestión, las acciones que permitan una mejor recuperación de sus productos posconsumo para luego de un proceso incorporarlos a sus líneas de producción, sea para fabricar materia prima posconsumo o sea para fabricar los mismos o nuevos producto, incorporando esta materia prima de fabricación local.
Una de las primeras menciones al Día del Reciclaje se ubica en el estado de Texas, Estados Unidos, en 1994, donde se promovió la importancia del reciclaje en la comunidad local. Esta iniciativa, junto con otras similares en diferentes partes del mundo, sentó las bases para una mayor conciencia sobre el reciclaje y la gestión de residuos.